Shake it off, la canción que tantos éxitos y premios le ha dado a Taylor Swift, ahora también le da dolores de cabeza. La cantante del momento se enfrenta a una demanda por plagio en la que se le exige que pague 42 millones de dólares (unos 38 millones de euros). Según alega el músico Jesse Graham, la intérprete, de 25 años, le copió para su canción una de las estrofas de su tema Haters Gone Hate escrito en 2013.
La letra de Graham dice: “Haters gone hate, players gone play. Watch out for them fakers, they'll fake you everyday"; mientras que la de Swift reza: "Cause the players gonna play, play, play. And the haters gonna hate, hate, hate". Debido a esta supuesta similitud, el demandante pide una compensación monetaria de 42 millones de dólares.
Aunque Graham acepta que las melodías de ambas canciones no se parecen, afirma que las estrofas sí. “La idea es la misma que la mía. Si yo no hubiera escrito Haters Gona Hate, no existiría una Shake it Off", aseguró en el New York Daily News.
Según explicó el intérprete de R&B, antes de recurrir a la justicia le solicitó a Swift que pusiera su nombre a los créditos de la canción, pero ella no aceptó su propuesta y por eso optó por presentar una demanda.
Esta denuncia se suma a la que el locutor de radio Jackson Mueller interpusó contra la cantante alegando que por sus falsas acusaciones él perdió su trabajo. Por su parte, la semana pasada la estrella que ha facturado 280 millones de euros en 2015 gracias a su gira musical The 1989 World Tour contrademandó al locutor acusándole de falso testimonio y de "manosearle" los glúteos durante una presentación en el Pepsi Center, en Denver, en 2013.
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